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Piratas
Espíritu libre desde 1939
La Comparsa de Piratas surge en 1939 como proyecto de un grupo de jóvenes amigos que buscaban participar en las fiestas de forma más accesible y autónoma. Desfilaron por primera vez ese mismo año formando parte del bando Cristiano, detrás de los Estudiantes. En 1947 cambiaron de bando: actualmente desfilan como colofón del bando Moro, siempre en último lugar, delante de los Estudiantes.
Entre el esfuerzo y la ilusión
Los primeros pasos fueron complejos: pocos recursos, tiempo limitado y escasa experiencia. Sin embargo, su entusiasmo fue suficiente. Rápidamente consiguieron traje, bandera, carroza tipo galeón y lograron reunir entre 20 y 23 socios iniciales, organizándose con ingenio desde la confección del vestuario hasta la carroza construida sobre un viejo camión.
Los Piratas de Villena destacan por su estilo único: desfilan con energía, bromas, saltos, corros y sobre todo sus famosas volteretas. El gesto conocido como “je pirata” lo popularizó el cabo José Esteban Ballester «Escucha», que desfilaba cojeando y hacía reír a sus filas con ese saluda festivo al ritmo del pasodoble Paquito el Chocolatero
Compromiso social y memoria
La comparsa mantiene tradiciones solidarias y festivas, como la proyección del documental Marea Roja, una historia de piratas que recoge testimonios y anécdotas sobre su trayectoria. Recientemente lamentó la pérdida de José López Sánchez “César”, quien instauró hace más de 50 años la costumbre de recibir a la Virgen en su santuario con salvas de arcabucería cada 9 de septiembre, una tradición que sigue viva hoy Cadena SER.
Valores y legado festero
Los Piratas son una comparsa irreverente y creativa, con identidad propia y muchas veces imitada por otras poblaciones. Han sabido crecer sin perder frescura: su espontaneidad, su sentido del humor y su espíritu de comunidad les han convertido en una referencia festera de Villena, que equilibra diversión, cohesión y tradición.