Moros Bereberes
Perseverancia, identidad y espíritu renovado desde 1956
La Comparsa de Moros Bereberes nació de la ilusión por recuperar una parte del pasado festero de Villena, pero terminó forjando una identidad completamente nueva. La idea original, gestada en 1955, era revivir la antigua comparsa de Los Tercios de Flandes, desaparecida en 1932. Sin embargo, la Comisión de Fiestas rechazó la propuesta, dado que en ese momento se apostaba por eliminar los anacronismos históricos de las fiestas (como ocurrió también con los Marineros o los Americanos).
A cambio, se ofreció a los impulsores la posibilidad de crear una nueva comparsa dentro del bando moro, que entonces contaba con seis agrupaciones frente a las siete del bando cristiano. Así nació oficialmente la Comparsa de Moros Bereberes.
Primeros pasos y debut oficial
La comparsa hizo su debut en las fiestas el 5 de septiembre de 1956, día de la Entrada. Previamente, el 19 de agosto de ese mismo año, tuvo lugar un acto muy especial: la bendición de su bandera en la Iglesia de Santiago, símbolo de un nuevo comienzo dentro del universo festero villenero.
Pero los inicios no fueron fáciles. Apenas diez años después, la comparsa cesó su participación activa por falta de socios. Sin embargo, en 1967, 22 socios decidieron no rendirse y reaparecieron en “La Losilla”, punto de inicio del desfile de la Entrada, resucitando el espíritu bereber con energía renovada.
Reconocimiento, evolución y consolidación
En 1968, los Moros Bereberes estrenaron un nuevo traje, diseñado por Vicente Rodes Amorós, con el que obtuvieron una Mención de Honor de la Comisión de Fiestas. A partir de la década de 1970, la comparsa experimentó una fase de estabilización, alcanzando el centenar de socios y consolidando su participación en todos los actos importantes.
Con la incorporación de la mujer a la fiesta en 1988, los Moros Bereberes crecieron aún más, superando los 300 socios y fortaleciendo su presencia en las calles de Villena como una comparsa moderna, inclusiva y plenamente integrada en la estructura festera.
Una comparsa con carácter
Hoy, los Moros Bereberes desfilan con orgullo como una de las formaciones más sólidas y representativas del bando moro. Su estética cuidada, su compromiso con la fiesta y su historia de superación los convierte en un claro ejemplo de cómo la pasión festera y el amor por la tradición pueden vencer cualquier dificultad.
Desde aquella bandera bendecida en 1956 hasta las generaciones actuales, la comparsa ha sabido reinventarse sin perder sus raíces, proyectando una imagen elegante, firme y profundamente festera.